En clase descubrimos que los japoneses suelen echar sal a la sandía. De primeras nos sorprendió un poco, pero pronto caímos que nosotros también comemos como algo normal el melón con jamón ¿verdad?. Qué rico. Quise indagar un poco más y pregunte a una de las mamás de las niñas japonesas a las que doy clase. Y me explicó que sólo se le echa sal cuando la sandía está insípida. La sal consigue que la sandía tenga más sabor. Justo esa semana eran días de calores  y no me pude sucumbir a la frescura de media sandía. A pesar de que estaba rica, quise hacer la prueba echándole un poquito de sal. Debo decirlo… ¡Estaba rica!