¡Empezamos la semana! Cada mañana nada más desayunar, enciendo el ordenador para ver si tengo algún mail, alguna oferta de trabajo donde enviar el curriculum y veo por encima las suscripciones que tengo a agencias de viajes por internet y tiendas de compras online. ¡Estas últimas cada vez las miro menos para que no sentir tentaciones de comprar! Estando en este proceso de revisión de correos he visto que «el club privado de compras online» ( ¿Cómo suena no? Si parece que soy importante!) Privalia tenía unas ofertas de Hello Kitty. La verdad es que me ha sorprendido la cantidad de bolsos, monederos, chancletas, bailarinas, joyas, maletas que han puessto a la venta. ¡Increible! Pero a la vez, una miseria con lo que podemos encontrar en la página oficial Sanrio.
Cuando fui a Japón en el año 2001 es cuando me di cuenta de la importancia y la presencia que tenía Hello Kitty. Y la culpa la tuvo Nicky, que se volvía loca cada vez que iba a los centros comerciales. Era exagerado. Así que en mi fuero interno cada vez que veo a Kitty me acuedo de Nicky 😉
Gustar, gustar… a mi personalmente y con la edad que ya tengo no me gusta demasiado, aunque no niego que me parezca gracioso para niñas pequeñas. Me acuerdo que una vez Javi me regaló un camiseta con la Hello Kitty, pero finalmente la devolvimos. Qué le vamos hacer, mejor devolver que esperar a que coja polvo en el armario.
Durante las navidades pasadas mi familia japonesa me mandó un paquete en el que había estas pegatinas de Hello Kitty pero he decidido que las guardaré para dárselas a mi sobrina Aiala, cuando no se las meta a la boquita y pueda disfrutarlas un poco.
Espero que paséis una buena semana!!!
Es verdad en toda Asi tiene una fascinación con hello Kitty impresionante, hay un coche version limitada, un avión con su logo, un parque temático y un gran etc.