Antes de nada pediros disculpas por estas vacaciones blogeras que me he tomado sin avisar.
Hace ya tiempo en la librería en la que estuve trabajando encontré una revista de antropología, si no recuerdo mal en la que encontré varios artículos relacionados con Japón y con Asia. Hoy quiero haceros explicaros el término japonés kikokushijo a través de las palabras de Makiko Fukuda profesora en la Universidad Autónoma de Barcelona en el artículo:
¿ Los clavos sobresalen de la sociedad japonesa?: identidad japonesas a través del tratamiento social de los kikokushijo
En las últimas décadas, Japón ha experimentado la globalización de muchas maneras. Y una de ellas es la movilidad y la dispersión de los japoneses por todo mundo, estando a la cabeza Estados Unidos, China y Brasil como países receptores. Esto ha provocado cambios en la sociedad y en la manera de vivir y el sentir una identidad japonesa.
La palabra kikokushijo se refiere a los niños que se ven obligados a vivir una larga temporada en un país extranjero por motivos laborales de sus padres. Estos niños son «forasteros» en el país al que llegan, pero al volver al Japón, su estancia en el extranjero es un estigma.
El concepto kikokushijo surgió en los años 70. En esta época, la reacción social hacia estos niños era de compasión, pero una compasión negativa porque se consideraban japoneses incomplentos. Una decada más tarde,estos niños pasaron de ser una minoría discriminada a ser un nuevo grupo de élite bajo el concepto del Gobierno japonés de internacionalización. En los 90 volvió a surgir la perspectiva negativa porque en las universidades empezaron a disponer plazas especiales para ellos, lo que conllevó críticas a esta desigualdad.
¿Qué les pasa a estos niños al volver al Japón? La vuelta a Japón es traumática y todos en más o menos medidad sufre el problema de readaptación.
Según estudios, normalmente cuando los niños viven en Estados Unidos o en Europa, la cultura japonesa tiende a ser absorbida por la cultura local, lo que puede producir problemas de identidad. Sin embargo, si los niños permanecen en Asia, la cultura japonesa es conservada dentro de la cultura ajena, lo que tiene otro peligro que es no saber nada de la cultura del páis que se está viviendo a pesar de estar físicamente allí. Siempre rodeados de compatriotas, se alimentan de comida japonesa, leen los medios de comunicación japoneses lo que suaviza shock cultural y protege a los niños.
Para los niños es esencial mantener la cultura y la lengua japonesa, ya que la estancia es temporal. Por eso es muy importante la decisión que deben tomar los padres acerca de la educación de sus hijos. Para estos niños hay 5 tipo de modalidades escolares entre las que elegir: 1 Colegio Japonés diurno, 2 Escuela complementaria de lengua japonesa, 3 Escuela local, 4 Escuela Internacional, 5 Educación a distancia.
Los colegios japoneses son los centros docentes donde se imparte la enseñanza equivalente a la que se realiza en Japón. Mismas horas lectivas, ritmo, disciplina… En España hay dos: uno en Madrid y otro en Barcelona. En estos colegios se estudia castellano dos horas a la semana y se ha intentado introducir en el curriculum escolar la enseñanza de la cultura local. Además, se hace incapié en la identidad japonesa a través de actividades extraescolares en las que practican con el wadaiko (tambor japonés) o el kendo ( esgrima japonés). Actividades que en verdad no es algo cotidiano en japón pero que ayuda establecer lazos con su cultura.
Las escuelas complementarias son instituciones que ofrecen la enseñanza de japonés a niños japoneses que asisten a una escuela local o internacional. El horario suele ser una vez a la semana, generalmente los sábados a la mañana.
Los niños que acuden a una escuela local, están orientados a incorporarse a la sociedad receptora. Pero dentro de estos niños hay muchos niveles de adaptación ya que para ello es esencial adquirir un dominio comunicativo. Una vez superada la primera barrera del idioma, los niños se encuentran con el paso de adaptarse y asimilar las dos culturas.
¿Cómo es la vuelta a Japón? Estos japoneses tratan de reicorporarse a su país de origen y no es algo fácil. Por un lado, en la sociedad japonesa si alguien se va de su pueblo y está durante mucho tiempo en otro, se producirá cierta resistencia social al volver a aceptarle como miembreo. Y por otro lado, la tendencia a la homogeneidad ( todos iguales) para conseguir la armonía de la sociedad hace que las personas tengan que borrar cualquier rastro de su estancia en el extranjero.
La conclusión de la profesora Fukuda es que aunque en la actualidad la movilidad y la asimilación cultural es habitual y normal. El hecho de que exista el término kikokushijo implica que la recolocación y adaptación cultural se percibe como un asunto especial. Para que estos «niños» lleguen a mediadores interculturales como espera el Gobierno, se necesita aceptar el hecho de ser bilingue o bicultural como algo normal y no categorizarlos como un grupo diferente.